Humor joven y desenfadado
Ignacio Bulian y Francisco Mues se lucen con sus canciones e imitaciones en El club de la tarde
Por Alicia Petti
Son muy jóvenes: Ignacio Bulian (Nacho), tiene 24 años, y Francisco Mues Camaña (Pesky), 25. Poseen el entusiasmo, el desenfado y, a veces, la impertinencia de esa edad. Lo saben y lo imprimen en la festejada columna de humor que aportan en El club de la tarde, el ciclo que Ernesto Tenembaum conduce de lunes a viernes, de 13 a 17, por Radio Mitre.
Ambos tocan la guitarra y además de las logradas imitaciones de personajes muy populares, en diferentes temas musicales se erigen en cronistas de la actualidad, con guiones propios y la eficaz participación de Esteban Darano.
-¿Cómo surge el humor que practican en la radio?
Pesky: -Somos muy amigos. Con Ignacio nos conocemos desde el jardín de infantes, y ya en la secundaria empezamos a imitar a algunos profesores. Era muy divertido. En el verano pasado estábamos en Uruguay, e Ignacio, que ya trabajaba en Mitre, me dijo: «¿Sabías que Tenembaum pasa a la tarde?». Le dije que no, que no sabía nada. «¿Te imaginás hacer el humor de su programa?», me preguntó. Pensé que estaba loco. El día que llegamos, me llama Nacho y me dice que los productores del programa habían visto un video que habíamos subido a Facebook haciendo imitaciones. Les pareció que estaba bueno, que podíamos empezar con Arjona y de allí en más otros personajes.
-¿Cuánto hace que entraste a la radio, Ignacio?
Nacho: -Hace cuatro años. Empecé sirviéndoles café a Magdalena Ruiz Guiñazú y a Santo Biasatti, como asistente de producción. Después fui adquiriendo experiencia, escalando posiciones. Pasé de asistente a productor, y de ahí, al aire. Lo primero que hice fue imitar a Dady Brieva en su ciclo Dady 790. No era una gran imitación, pero el personaje pegó. En verdad, yo imitaba a todos mis compañeros y a los conductores. Después lo acompañaba a Ariel Tarico. Tocaba la guitarra y él cantaba con sus personajes, hasta que surgió la posibilidad con el ciclo de Tenembaum. Nuestro fuerte es el canto y el gran acompañamiento de Pesky con la guitarra, que creo que le da un matiz distinto a lo que hacemos: humor musical y de fuerte actualidad, ya que con el canto nos defendemos los dos.
-¿Cuál es la proporción de música y humor que practican?
Nacho y Pesky [al unísono]: -Cincuenta y cincuenta, y eso nos hace diferentes.
-¿Cuáles son los personajes que mejor te salen?
Pesky: -El que más me gusta es Matías Martin. Disfruto haciéndolo porque suena parecido y es divertido. Hay otros personajes que me gustan, como Lavolpe, Francella o Mariano Closs, Arjona y hasta Strauss-Kahn. Lo que es divertido es sacar al DT Lavolpe del ámbito del fútbol, por ejemplo, y que opine de una pelea de vedettes.
-¿Y tus personajes más logrados, Nacho?
Ignacio: -China Zorrilla y Marcelo Bonelli. El que más me gusta hacer es China. Entrar en el cuerpo de una señora de ochenta años es muy divertido. Mi China puede opinar de cualquier cosa: de lo que pasa en el país, fútbol, vedettes. Es un personaje muy rico, muy lindo para hacer. También me gusta «Pity» Alvarez, de Intoxicados, que dice cualquier cosa. Y un personaje que es superolmedesco, como Silvio Berlusconi. Siempre sale por teléfono desde alguna de sus mansiones, rodeado de mujeres y hombres del poder, y siempre bailando.
-Las letras de las canciones son muy creativas.
Pesky: -Sí, nos encanta hacerlas y las escribe Esteban Darano. Nosotros hacemos la de apertura del programa, que es una versión de un cover de los Gipsy Kings de «Hotel California». En esa canción resumimos todas las noticias más importantes del día. Por ejemplo, cuando River se fue al descenso, hicimos una versión de «Aserejé» cantada por Riquelme. Por ejemplo, Pesky hizo una canción para el presidente Piñera cantada con la voz de Calamaro que comenzó a circular por las redes sociales y Calamaro tuvo que salir a aclarar que no era él el que cantaba.
-¿Tienen algún ídolo?
[Juntos]: -Alberto Olmedo y Les Luthiers, estos últimos por el gran dominio y el ensamble de la música y el humor. Nos parecen genios. Ojalá tengamos la posibilidad de hacer teatro algún día.