Más allá de las noticias
Victoria Torres conduce dos ciclos periodísticos en AM 750. Tiene 43 años, es locutora recibida en el Iser con probada experiencia en la televisión (Crónica TV) y en diversas emisoras (FM Hit. Radio Uno. Radio 10. donde llegó a conducir incluso la trasnoche).
Desde comienzos de 2010 anima dos ciclos diarios en La 750 (AM 750, la emisora cuya formación societaria está compuesta por Página 12 y Suterh): Uno nunca sabe, de lunes a viernes, de 7 a 11, y Las pequeñas memorias, de 13 a 14. Victoria Torres habla con entusiasmo y convicción de la que considera «una radio soñada, por la creatividad y una artística singular».
-Decís que La 750 es la radio soñada, ¿por qué?
-En principio, tiene un compromiso con la creatividad, con que cada palabra, cada momento tenga una vuelta de tuerca. Hay mucho valor agregado, mucha gente que piensa y propone miradas alternativas. Están desde Rep, José Pablo Feinmann, Fabregat, Adriana Varela, Valeria Delgado Sofía Caram. y Eduardo Aliverti. quien, además, es el director de contenidos. Aquí tenés discursos poco convencionales -que suman todo el tiempo-: una estética que armó Sebastián Costa Vernikos con su increíble creatividad, y un humor muy inteligente. La emisora usa recursos de la FM en AM y, así, la revaloriza. Hay velocidad, silencios. Son los tonos que se usan. La sensación es que uno se compromete con cada minuto que está al aire y eso no suele pasar. Generalmente, los programas salen como chorizos.
-Hablemos de Uno nunca sabe.
-La mayoría de los programas de la radio tienen nombres de libros de autores latinoamericanos. El nuestro es de un cuento de Fontanarrosa y es un periodístico extenso que abarca momentos fuertes. Las dos primeras horas son de noticias, junto con Pablo García, y las dos siguientes más relajadas, en las que Alejandro Fabbri suma opinión política y una mirada social. Sí hace mención a la parte deportiva, pero no es lo que se busca. En general, el ejercicio es permitirse salir de los lugares cómodos en lo discursivo. De televisión, por ejemplo, casi no hablamos; solamente la criticamos. Intentamos salir del gran título para buscar lo que está emergiendo, no sólo en música o en teatro, sino que en todos los temas. La idea es que salgan todos, pero al mismo tiempo plantamos bandera en lo que nos parece, aunque nos equivoquemos. Contamos con columnistas valiosos, como Carlos Heller, Luis Bruschtein, Enrique Martínez, Gabriel Brenner, Pablo Russo y Fernando Tevele. Y un eficaz equipo de producción: Paula Horman, Clara Oshiro y Sebastián Zetani; además del móvil con Mauricio Polchi, y la operación técnica de Gabriela Strocksuk.
-¿Pablo García es tu coéquipier?
-Sí, en la conducción; editorializa como yo, escribe e informa. Además tiene una voz maravillosa. Siento que el programa posee una mirada diferente a la del resto. No seguimos la tapa de los diarios; más bien, las cuestionamos e intentamos leer entrelineas. Ir un poco más a fondo con lo que pasa ahí.
-¿Y Las pequeñas memorias?
-Propone un recorrido por las radios. Con el archivo que tiene el productor general, Gustavo Campana se intenta hacer un paneo de lo que pasa en las radios: cómo tal radio trata un tema, cómo lo hace otra; personajes bizarros, estilos, y otras cosas.
-¿Es una radio kirchnerista?
-No sé. Si tenés que pensar que kirchnerista es el militante, yo no soy kirchnerista, no soy militante del kirchnerismo. Lo que me pasa es que encuentro coincidencia y acompañamiento en muchas cosas, pero también me permito la crítica. No soy peronista, ni kirchnerista, pero desde 2008. que fue el año que nos obligó a todos a posicionarnos en un lugar [yo estaba en Radio 10], uno se calza ciertas banderas. No sé si son del kirchnerismo, sino de lo que uno cree que vale la pena.